Mentira... debilidad de cada dia!

Aquí les traigo una foto donde estoy con Sherizar, no se alarmen!! Ese es su nombre jaja, ella es como una pieza de un tablero de ajedrez en mi vida, sin ella no se podría disfrutar del juego.

Antes de empezar un saludo a León, Dennisse, Héctor, Angee y Pamela que firmaron entradas anteriores, el primero es un futuro Psicólogo super chido, neto y buena onda jaja, la segunda es el complemento de una amistad de casi 12 años, el tercero es la unica persona de quien estoy seguro puedo contar siempre que le necesite, la cuarta la conoci por sus entradas en un blog, y la quinta jaja es una amiga mega inteligente y persuasiva jaja

No les cagan las mentiras?? En lo particular me gusta que me digan la vedad por mas dolorosa, ridícula o insignificante que sea. Demonios!! Lo peor de todo es que me doy cuenta cuando me mienten, dicen cada estupidez para ocultar la verdad. Sabes si le caigo mal a tus amigos… bueno no tiene caso aclarar nada, lo dejare pasar pero recuerda: “cero y va una, a la tercera no me va interesar que tan mal te sientas”
Por otro lado que bien me la pase éste sábado, a pesar de haberme dado un rico madrazo y aunque todavía me duele una nalga y la muñeca de mi brazo izquierdo, disfrute mucho patinar contigo Sheri, hace mucho tiempo que no nos veíamos y platicábamos de nuestras vidas, te quiero un chingo y siempre serás parte fundamental en mi vida.
Pasando a otro tema quiero decir que he meditado y analizado cuidadosamente éste domingo, me la pasé pensando y resolviendo incógnitas que aleteaban en mi cabeza y he llegado a una determinada y definitiva conclusión: “¡Mientras no deje de verte y dejes de ser parte de mi vida cotidiana, seguiré queriéndote y pensando en ti!”. Seamos honestos, el amor no cambia solo porque uno se lo proponga o por hechizos que haga una estúpida barita y en un abrir y cerrar de ojos la magia del amor que naufragó en tu corazón encontró un barco y se fue a otra isla.

Frase de hoy:
“El dolor surge de la diferencia entre lo que es el presente y lo que desearía que fuera”
Ya no deseo que estés junto a mí, por lo tanto no existe dolor alguno, al contrario, espero que estés bien y que todo lo que hagas tenga como producto una vida llena de éxito y felicidad.
Que razón tenias cuando me dijiste: “vale mas aceptar la libertad de tu ser querido y mejor tenerle como amigo (o amiga, según sea el caso)”
No sabes que feliz soy por eso, por haberlo comprendido y superado.
Aquí les va un escrito y para aclaracion de Hector, este no lo escribi yo, te lo digo por que tal parece que eres demasiado eg… para creer que alguien pueda escribir bien, pero me gusto y es la neta.

A fuerza de recibir guantazos de las personas a quienes se ama, uno termina por cansarse de ser siempre el damnificado, el inmolado, la victima propiciatoria de la película. Agota, agobia, harta jugar el papelito de engañado, de burlado, de pisoteado. La autoestima se va por los suelos, el amor propicio desparece cada vez que uno permite que la otra persona lo humille mediante el expediente de la infidelidad.
Como he servido a lo largo de mi corta vida en el fino arte de servir de punching bag, he decidido romper con el enfermizo círculo vicioso, para abandonar el rol pasivo de quien ve con angustia como el ser amado le embarra en la cara a sus amasios. La formula es tan sencilla y tan simple, tan obvia que me da pena no haberla descubierto antes.
En una relación, esencialmente no hay más que dos sopas: ser el esposo, el novio, “el compañero”, o… ¡Ser el amante! Si se elije el primer aspecto, lo mas probable es que con el tiempo se termine por padecer las infidelidades y deslealtades de la media naranja. Será uno el clásico carnudo y la verdad, resulta muy doloroso.
En cambio, si se opta por la segunda alternativa, la del ser el o la amante, las cosas cambian. Por principio de cuentas, uno llega a una relación ya establecida y sabe a que le tira. Se acepta que la persona a amar ya tiene a alguien a su lado y al aceptarlo, se dejan de sentir cosas tan horrendas y desgastantes como los celos, la desconfianza, la incertidumbre, la zozobra, sentimientos y sensaciones que desembocan en amarguras, tristezas. La situación resulta por tanto mucho más saludable. Cínica, si, pero saludable.
Lo importante es, sin embargo, no llevar el enamoramiento al otro lado. Un amante debe amar a su pareja clandestina. Lo que no debe permitir es convertirse en un nuevo novio, en un segundo esposo. De ahí la importancia que reviste el tener plena conciencia de que se es el amante y que de ahí no hay que moverse. El secreto esta en no exigir compromisos. El único lazo que debe unir a los amantes es el del presente, el del momento que se vive, el de los instantes que se pasan juntos, sin pensar en el futuro, sin tratar de atar al otro. Dos amantes deben de ser dos individualidades que se funden sola y únicamente en forma efímera dure semanas, meses o años.
Ser amante no es cuestión de moralidad sino, simplemente, de pasarse al lado de los que deciden dejar de ser mártires de las relaciones sentimentales. Es una labor de buenos samaritanos que hasta debería ser agradecida. Pero lo mas importante es que se trata de quererse a uno mismo y ha partir de ahí proporcionar, repartir con generoso afán ese amor ente otras personas que lo necesitan y que desean alejarse de sus grises y rutinarias vidas maritales.
Ser o no ser cornudo. Ser o no ser cornador. He ahí lo dos dilemas.