martes, 9 de enero de 2007

Wonder years

Bien ps aquí estoy con niño jaja, el muy canijo no me dejaba de someter, ni pedo tendré que aprender yudo jaja

Ayer hablé por primea vez con mi hermano Mario, que chido la neta, puesto que no lo conocía, tal vez en realidad pues ni lo conozco pero ps ya pude hablar con él. Gracias a la vida por eso y espero que en un futuro pueda conocer al resto de mis hermanos.

Hoy es un día gris, un poco de lluvia, un rico aire frío, como para estar en tu camita, viendo una película bien tapadito abrazando una almohada ¡Mmm! Hoy quede atrapado en un enorme charco y quede en un tope peatonal, por suerte un chavo se acerco a mi y me ayudo a subir la moto a la banqueta, sino fuera por que el apareció, hubiera tenido que llamar a una grúa jaja. Por otro lado una mujer anciana, se cayó en Wal-Mart justo cuando mi mama y yo íbamos saliendo de ahí, mi mama como el gran ser humano que es acompañó a la señora en la ambulancia por que la señora estaba solita y al parecer se fracturo el pie, entre lluvia y pisos resbalosos llegaron los paramédicos para ayudar a la señora;)

Una mención especial para Pamela Gascón, puesto que no la mencioné en mis amistades, disculpa pero pues ya vez que siempre hay uno que otro que se te pasa sin querer, de igual forma una disculpa y gracias por leer mi blog, eres una chava inteligente y persuasiva que sabe lo que quiere y como conseguirlo, felicidades por eso Pam, cuídate mucho y sigue leyéndome y dejando tus comentarios al respecto.

Para Ita espero que te vaya bien en tus exámenes. Para Angee, que onda contigo ¿Qué te ha pasado? ¿No ves que sin tus entradas cotidianas en Ni fu ni fa, es casi imposible que tenga algo decente que leer? Para Héctor que también se volvió un lector y espero que lo sigas siendo… wey deseo en verdad que te vaya poca madre y que tus desiciones sean las mejores para seguir tu camino. Hoy por hoy me puedo dar el lujo de decirlo por que emocionalmente me siento al 100 y soy muy muy feliz.

Frase de hoy:
“Haré que mi nombre en tus recuerdos quede, que de mi amistad nunca te olvides, y si es verdad que la amistad con el tiempo muere, haré que el tiempo detenido espere”
Bien pues esta va dedicada a todos mis amigos, esta vez no pondré nombres, ustedes saben quienes son, ya ven que luego se me escapa uno que otro. Muchas veces suelo ser muy frío y probablemente un pésimo amigo para algunos, pero saben que cuando me necesiten ahí estaré.
Aquí les va otra historia, espero la disfruten…

Un día estábamos en un concierto muy chido y no había ni alfiler que cupiera. Mientras el numerito empezaba, el gentío y tu elección nos puso muy juntos a platicar cual los compadres de siempre. Ese “siempre” que tendría unos 2años de vigencia. Tus múltiples llamadas telefónicas, sin motivo aparente, me habrían sembrado incógnitas. Lucecitas de árbol navideño prendían y apagaban en correspondencia con lo intermitente de mi traka traka hacia a ti. Siempre con tus brincos y gestos me hiciste guiños involuntarios y con tu búsqueda hacia mi persona la cosquilla se me avivaba. El “staff” acomodaba cables mientras unas chelas hacían estragos en mi sangre. Cuando mis ojos volvieron del escenario hacia ti, comenzó a sonar tu rola favorita y entonces te acercaste entre el gentío. Tus ojitos me brillaron más de lo usual, y tu corporeidad tan cercana –mientras me hablas al oído a gritos a causa de lo alto de la música- comenzó a arrancarme ñañaras. Tu brazo empezó a rondar por mi cintura, muchos pudieron vernos pero ninguno. Nadie vio nada pues.
Cuando terminó el concierto te dije que ya me iba. Dijiste no te vayas, es que no tengo con quien irme. Si quieres yo te llevo te dije y tu con una sonrisa accediste. En un abrir y cerrar de ojos llegamos a mi casa y ni tiempo casi para charlar de nada. Me acompañaste hasta la puerta, en correspondencia al aventón que te había dado (vivías cerca de mi casa, pero nunca me dijiste donde), y yo te dije que te tenía un regalo por tu reciente cumpleaños, pero que lo tenía allá arriba. Al subir te dije que cerraras los ojos. Accediste al juego de niños extendiendo las manos y un imán me arrastro intempestivo hacia tus labios, sin saber lo que hacia, con temor de que tu me rechazaras. Tu boca se tornó de azúcar y fue como entender por primera vez quien eras.
No solo no me rechazaste sino que pareciste haberlo estado esperando hace mucho tiempo. En tu temblor comenzaste a devorar mis labios, mis dientes y mi lengua y te brotaron como 5 brazos que se deslizaron por todo mi cuerpo. Me acercaste a la pared con la desesperación cinematográfica de quien hace mucho tiempo, o nunca, se le ha aventado así a alguien. Me condujiste a empujones a la recamara. Me arrojaste a la cama y en ese punto me sentí ya fuera del guión, por lo que tuve que improvisar, después de algunas frases huecas una especie de alarma sonó en tu cabeza. Te detuviste de pronto, recordaste que debías regresar. Dijiste: “ay, no, es que… pues… psss yo tengo novio y… no… yo…”
Y que tenias que levantarte temprano o alguna babosada así. Te pusiste de pie, te abrochaste con dificultad, te disculpaste y casi huiste intempestiva. No supe si mis torpes improvisaciones verbales fue lo que le dio en la madre a todo o si en realidad habías dejado en la estufa los frijoles. Por la mañana, al levantarme de la cama, vi una calceta de vieja en el suelo, que no podía ser sino tuya. Tres semanas después, nos volvimos a encontrar en la escuela. Me saludaste chido, como si nada y platicamos de los cuates y la vida. Como no dijeras nada delatador tuve por seguro que aquella noche había sido otra mas de mis inoperantes fantasías a lo “wonder years” Al salir, esta vez, yo te pedí un “ride” a mi casa. Tu rostro se sonrió misterioso, tu mirada se desvió un instante, casi sonrojada… no. No era así. Comenzaba a soñar de nuevo. Desvanecí la nubecita y te hice la pregunta. Estabas distraída y con voz seca contestaste: no, hoy no traje mi coche… quizás otro día.
Tiempo después nos seguimos viendo: misma frecuencia, misma camaradería. Nunca dije nada a nadie. Mas tu tampoco, ni has preguntado por tu sucia calceta.
Todavía no sé… hasta donde fue real.

¿Quien no recuerda esa serie de los años maravillosos? ¿A poco no era la neta? Y lo mejor de todo es cuando nos pasa algo que creímos solo era parte de nuestra imaginación.

(Aclaro: esto no me pasó a mi… pero hasta cierto punto es algo parecido, finalmente esta historia y la mía, fueron parte de un complot entre el destino y Dios para hacernos vivir algo que nunca debió pasar y solo era parte de una gran mentira y puras fantasías).

1 comentario:

Anónimo dijo...

k onda!!!!

c0m0 tazzz niñ0'?

espero k muy bn
aunk en la foto no parece jeje

weno solo te kiero decir
k te kier0 1 xing0 y alg0 +
y espero estar +en contacto contigo va

besos...
dennisse