Molks y un escrito del pasado

Pues esta entrada tengo que dedicársela a Molks por segunda ocacion, ya que el pasado jueves 25 fue su cumpleaños… ¡Felicidades Mariana! Espero que hayas tenido un feliz cumpleaños, te quiero muchísimo!!!

El otro día estaba escuchando una canción y fue la base de mi inspiración para el siguiente escrito, seguramente todos han escuchado esa canción “Todo se derrumbo” de Emmanuel, la verdad no me gustan mucho las canciones de antes pero esta es una excepción.

Mira…

mi sangre como se altera…
mis manos como me tiemblan…
mis sueños como se queman…
mis labios como me secan…

mi deseo como me ataca…
mi fuerza como se acaba…
mi luz como me apaga…
mis días como se marchan…

mi cuerpo como se quiebra…
mi corazón como se rompe…
mi tiempo como se tarda…
mis ojos como rehuyen…

mis pensamientos como dependen de ti…
mis lagrimas como no cesan por ti…
mis cambios como te los debo a ti…
mi amor como lo deposito en ti.


Pues resulta que ayer hablé con Luis para saber que pedo con su vida (si había regresado del DF) y que si llego pero así como vino se fue… Buu!! Ni pedo ya te veré mañana.

Otra cosa paso importante… Conocí a Angee físicamente!!!
Ehmm sorry pero me dio pena hablarte jeje prometo hacerlo mañana en la escuela.

No pasaron grandes cosas pero voy hacer una aclaración: Mi primo Irán es una de las personas mas poca madre y alivianadas que conozco!! Así que por fa no se dejen influenciar por envidiosos que digan “es bien mamón” (mira quien es el patético, ¿Ponerte a decir estupideces a alguien de mi primo al cual ni conoces? Que niño tan ñoño e inmaduro eres, en ocasiones en serio te vuelas la barda.

Me he dado cuenta que el mejor escrito que he tenido casi nadie, excepto dos personas, lo leyeron. Así que aquí se los traigo otra vez y repito es una mezcla entre metáfora, narración y relato, es una cosa rara que creo me salió muy chida (ya saben que casi siempre es una luz que de la nada sale para brillar).

“Para la mente brillante y el noble corazón, que cautivaron el enorme sentimiento dentro de mi... por quien hoy por hoy lucho por demostrar que puedo cambiar y de ésta manera algún día, pueda volverme hablar y escuchar”.

“Su majestad: le contemplo desde
unos metros a su derecha... cuidadoso,
sin interrumpirle”.

Se abre el telón, silencio total, se enciende la luz, se ilumina tu rostro, ese bello rostro que oculto estaba descifrando la energía de tu cuerpo. Ordenando en cada célula y deletreando poco a poco, el camino de tu presencia supranormal. Sale entonces su majestad la reina, imponente en su arrogante vestimenta que le persigue como estela de amores y guardias invisibles, tan segura de si misma, que nadie puede cerrar la boca, solo la admiran y la encuentran tan hermosa, que pareciera que en algún momento se convirtiera en aparición divina; sencilla en su caminar inicia su parlamento, animado por un simple saludo a los espíritus; su voz, la entiende perfectamente hasta el último espectador que atónito, se le acelera el ritmo del miocardio. Cada paso que da es un movimiento telúrico en la piel y luego los abriga con sus matices protegiéndolos del estío.

Nada ni nadie romperá el aura del histrionismo de la reina, su status se refiere no a una jerarquía sino a su propia voluntad, a su manera de hablar, de ver, de sentir, a su cuerpo desplazándose por el escenario, mismo que se convierte en su propio imperio; ¡Aquí, en el corazón, ella manda! ¡Aquí, ella soberana! ¡Aquí, ella llora! ¡Aquí, ella se desgasta!
Se enfila en su texto como deslizándose por un enorme tobogán dejando su luz en el horizonte, de pronto... ¡Cae al piso! Tan dramáticamente, que a algún espectador se le despierta el instinto de conservación y en un compulsivo arrebato se atrevería a rescatarle, pero sabe bien que solo es una actuación, una extraordinaria actuación.

Deberíamos entender cada texto y cada silencio de la reina porque no lo repetirá jamás, le observo desde unos metros a su lado contemplando cada parte de su cuerpo e imaginando que tal vez, solo quizás, algún día pertenecerá a mi entorno, a mis días, a mis noches y fines de semana, no solo en los ensayos de los lunes o en los jueves de pelea, sino hasta que el amor que siento por ella se pierda... de pronto recuerdo que estamos actuando y regreso al papel que todo el público espera ver luchar por su vida y salir del hoyo en el que siempre queda... atrapado, asustado, desesperado, frustrado, enamorado.

De pronto se levanta poco a poco, abatida, bañada en lágrimas y su rostro, su bello rostro, transformado por la ira del mundo, la transforma cual molde de su coestelar personaje. Ahora camina lento por el reino que le heredó su talento, su gracia y esa desgracia que cambió mi vida por completo y por la cual el karma del destino regresa para atormentarla y hacer venganza, cobrar el saldo que adeudó y en el cual tendrá que estar atada hasta pagar el precio. Camina entonces cándida como ella misma, dejando pauta a la música que la lleva grácil dando tumbos y de nuevo cae, el salvador que está en el público casi se lanza a salvarle pero la enfermedad y el mal de ella no deja que nadie se acerque (soy el único valiente capaz de despegar el alma del cuerpo para llegar a su rescate, sin importarle el daño que pueda ocasionarme).

¿Qué prefieres entonces desertora?, si tu indiferencia indaga en nuestras vidas, ¿Quieres estar a lado de mi corazón? ó... ¡Ser mi corazón! De pronto el fin se acerca, salgo de escena esperando el final deseado, ese final extraordinario, veo su sonrisa entre escena y escena, no puede contenerse y sin más que hacer para disimular... se ríe de mis chistes.
El final llegó, baja de las escaleras con cuidado, emocionada, excitada, esperando la próxima función y yo deseando que ya llegue el próximo ensayo; ambos sabemos que ya no nos hablamos, nos vemos un breve momento y esquivamos la mirada. Hay un vínculo entre nosotros, un lazo que no termina de romperse, un aplauso que no termina de darse, una canción que no termina de escucharse, una historia todavía sin final, por que todo esto no puede acabar de esta manera... ¡No debe!
Es como el cable del televisor, podrá estar apagado el aparato y podemos dejar pasar el tiempo sin mirar esa televisión, pero aún así, los dos sabemos que el cable funciona, que está conectado, solo falta un dedo que oprima el botón para que lo nuestro regrese y funcione nuevamente.

Soy un noble luchador que anda errante por el mundo deseado en cada paso volver a sentir su mirada sobre mi hombro, su voz en forma de notas que pasan a través de mis oídos, sus consejos que me obligan a reflexionar, sus mensajes por las noches que me animan a seguir viviendo, esa sonrisa efímera que solo compartía conmigo, ese veneno al que nunca le encontré un antídoto, esa larga espera a un lado del teléfono, y sobretodo el perfume que se percibía en todo su cuerpo.

Como el soberano que lleva sus alas bien puestas, ahora me siento aquí, y en mi memoria aletea todo lo que nunca quisiera haber recordado pero lo recuerdo, todo lo que nunca quise haber visto pero lo veo. En mi recuerdo está. Con mi llanto se limpia todo lo que creí que era, lo que supuse que estaba en su lugar pero nunca estuvo.
Ahora estoy aquí y solo puedo contemplarle desde unos metros a su derecha… cuidadoso, sin interrumpirle y aunque es cierto que su barco en alta mar ya no me importe, aunque el mío haya dejado de navegar a la deriva entre sus aguas y haya encontrado un rumbo fijo en otro océano, a pesar de que no me quiera… me cuesta decirlo pero es inevitable ocultar que aún le quiero y espero en verdad que sea muy feliz. Con toda la energía que me confiere mi alma, la fe en mi espíritu, la fuerza de mi cuerpo y el amor en mi corazón, lo daré todo… ¡Todo por volver a ser feliz!
Reír con llanto ya no es para mí.

*-Axel-*

Frase de hoy:
"Hay casos en los que no podemos juzgar, ya que la diferencia entre el bien o el mal es solo un punto de vista"
Tal vez tengas razon, quizas Iran tenga sus defectos…
¿Pero sabes una cosa? ¡¡NO ES TU PINCHE PEDO CABRON!!